viernes, 30 de abril de 2021

LIVING SILENT HUNTER 3 (LSH3v2020) PARTE II

 Continúa de aquí

ANTES ACLARAR

En LSH3v2020, las primeras dos misiones (la anterior y la que describiré hoy) son imprescindibles para la continuidad de la campaña. En esta ocasión, yo he elegido comenzar antes del inicio mismo de la SGM, por lo que me ha tocado tomar el primer comando en la base de entrenamientos de Stralsund. Si bien se me permitía optar por dos tipos de submarinos (el clase IIA y el VIIB), he comprobado que el primero es practicamente inviable no por la misión de práctica de torpedos, sino por el bautismo de fuego en el Atlántico Norte, donde la capacidad de combustible y combate de estos submarinos costeros es muy reducida. Por lo tanto, siempre se debe optar por la clase VIIB, al menos hasta que la clase IX esté disponible, o más adelante la clase VIIC. 

De todas maneras, si uno desea comandar desde el inicio un VIIC, sólo hace falta establecer como año de inicio 1941, y siempre comenzando en la “Erprobungsstelle" en Kiel, que es la base donde se disponen las nuevas unidades, para que luego realicen en el sector del Mar Báltico, una prueba de inmersión profunda. Una vez realizadas estas comprobaciones, se necesitará pedir traslado a otra flotilla, la que se desee, para entonces sí comenzar la campaña.

 

 VIVIENDO SILENT HUNTER 3 (Continuación)

 Tras nuestro regreso a Stralsund, y con la misión de entrenamiento completada, solicitamos tal cual se nos ordenó, el traslado a la 2da. Flotilla, con base en Wilhelmshaven. Ese mismo día se completó el papelerío, y tan solo dos días más tarde, arribábamos al hogar de nuestra nueva flota para ponernos a disposición.

 Recibimos nuevas órdenes. Esta vez, nos toca ir al Atlántico Norte, más allá de las islas británicas. Como sabemos de sobra, la guerra está a punto de comenzar, y se ve que el Comando de Submarinos ha decidido posicionar sus unidades para que tomen parte del conflicto con una posición ventajosa desde el mismo inicio.

Así pues, aunque ningún comunicado lo diga ni lo oficialice, partimos hacia el cuadrante AM18 para aguardar nuevas instrucciones que todos sabemos, no serán para nada amistosas.


 Dejamos Wilhemshaven a última hora de la tarde bajo una actividad frenética. Tras esquivar el tráfico, y superar las dos puertas del canal de acceso, tomamos rumbo general norte hasta que todo vestigio de tierra desapareció. Al día siguiente, bien entrados en mar abierto, y tras cruzarnos con varios mercantes de nacionalidad sueca y finlandesa, llega el tan esperado mensaje de radio:

Lamentablemente el mensaje no aplacó la ansiedad de conocer el verdadero propósito que nos llevaba a colocarnos en ese cuadrante AM18. Sólo ratificaba las órdenes recibidas en puerto, y agregaba la furtividad y el silencio de radio absoluto.Pero casi de inmediato, un nuevo mensaje:


 Al menos ahora teníamos órdenes más precisas. Debíamos estar en nuestro destino, antes del 1ro de septiembre. Unos cálculos rápidos con el navegante, y coincidimos en predecir que si no surgían contratiempos, tendríamos un día de ventaja al momento de llegar a AM18. De todas maneras, faltaba tanto por recorrer, que muchas cosas podían llegar a salir mal y retrasarnos hasta entonces.

Por suerte el viaje fue bastante tranquilo, y hasta nos dimos el lujo de realizar algunas maniobras de entrenamiento utilizando algunos mercantes como blancos de práctica, para realizar ejercicios de solución de tiro sin que siquiera se enteraran. 


Al poco de arribar a nuestro cuadrante asignado (AM18), y ya siendo la madrugada del 1 de septiembre, la radio recibe nuevas órdenes. Al fin se refieren al objetivo, un pequeño convoy que viene directo a nuestra posición. Se espera que arribe el día 3, cerca del mediodía.


Nueva comunicación. Esta vez, nos dan su posición, rumbo y velocidad. En el mapa ahora tenemos una marca que nos permitirá interceptar la formación. Sólo es cuestión de paciencia. En breve entraremos finalmente en acción


La idea sería esperarlos, pero nos gana la ansiedad y nos dirigimos a interceptar. La noche se presenta tormentosa, con olas pronunciadas y algo de lluvia. Al parecer, nuestro sonarista tendrá bastante trabajo por delante.

Algunas horas después, ya casi en el amanecer, el clima afortunadamente ha cambiado. Las nubes se han alejado y ha parado de llover. El mar se serena y la visibilidad es óptima. Una nueva actualización del convoy aparece en el mapa, y ahora es posible establecer su rumbo con bastante precisión. Ya falta poco para que nos encontremos frente a frente con el objetivo. Tomamos debida nota de las circunstancias intentando anticipar ciañqioer vemtaja para hacer uso de ella, como por ejemplo, estar del lado del sol al momento del ataque final.


¡BARCOS A LA VISTA!

¡Allí están! Son nuestros objetivos. Cuatro en total, dos en línea recta, dos zigzagueando. Reconocemos un buque tanque, y al menos un mercante. 

¡INMERSIÓN, INMERSIÓN! 

Rápidamente se despeja la vela, y tras una última mirada para confirmar la ausencia de barcos de guerra o escoltas, nos sumergimos. Ahora que hemos alcanzado la fase de contacto visual, pasamos al acecho. Ni bien quedamos ocultos bajo la superficie, realizamos un giro con todo el timón hacia estribor para alejarnos un kilómetro de la ruta del convoy. Luego giraremos a babor, hasta colocarnos perpendicular al punto de ataque, y con los motores en marcha silenciosa, subiremos a profundidad de periscopio para comenzar a obtener datos para la TDC. Mientras tanto, se configuran los 4 torpedos disponibles a proa con espoleta de impacto y velocidad lenta, a unos 4 metros de profundidad. Hemos realizado esta misma maniobra hace unos días en las prácticas, con excelentes resultados.


¡Ahí están! ¡Perfectos! El mar es casi un espejo, lo cual facilita la detección del periscopio. Marco al buque tanque como objetivo, lo identifico y tomo marcación y distancia. Cronómetro en marcha para volver a tomar otra marca en 3 minutos.


Termina el último giro para dejarnos en ángulo recto con la ruta de los objetivo. Motores parados, sólo nos deslizamos por la inercia, como si planeáramos bajo el agua mientras la velocidad cae poco a poco. Estamos a unos 1000 metros de distancia de disparo. Lo bueno de este rango, es que el margen de error aceptable se acrecenta en gran medida, por lo que ya es casi un hecho que habrá impactos.


El T2 ya se encuentra a 3600 metros y se acerca. La velocidad está establecida en la TDC en 7 nudos, sólo hace falta el AOB y estará cocinado. Detrás de él, en línea recta y sobre su estela, le sigue un Ferry que ha sido modificado para transportar tropas. Ignoramos si en realidad vienen soldados abordo, pero la orden de hundirlo dispuesta por el almirantazgo se superpone a cualquier conciencia. Decido designarle 2 torpedos al T2, y otros 2 al Ferry. La ventaja de solucionar al primer blanco, es que automáticamente queda solucionado el segundo en la fila. Sólo hará falta disparar al que está más lejos antes, y luego al de más cerca, así los 4 torpedos llegan casi al mismo tiempo a sus respectivos blancos.

¡FUEGO EL UNO, FUEGO EL DOS! 

¡NUEVO OBJETIVO! ¡FUEGO EL TRES, FUEGO EL CUATRO!



Siendo la distancia de aproximadamente 1000 metros, los torpedos son rápidos. No hay tiempo ni para que maniobren los objetivos para intentar evadir. El primero impacta justo en el centro del blanco, el segundo lo hace también, más cerca de su proa. El tercero y el cuarto (los asignados al T2), no detonan. Según el sonar, ambos son audibles aún, aunque por el tiempo transcurrido, de seguro no dieron en el blanco o han pasado por debajo sin explotar.

¡A LA SUPERFICIE!

El Ferry yace inmóvil, con llamas que cubren toda su cubierta, herido de muerte enfila su proa hacia las profundidades que reclaman la presa. Los sobrevivientes intentan en vano escapar. Ahora es el turno del cañon de cubierta. Claramente en desventaja, la formación se rompe y comienza el caos. Sólo será cuestión de tiempo para que todo acabe en la sentencia irrevocable que ha sido dictada, desde el mismo momento que no hay protección para estos barcos.

El cañon de cubierta cumple su cometido y uno a uno los va liquidando.



Durante la matanza, se debe tener especial cuidado en el horizonte para evitar ser sorprendidos. Quizá vengan en camino barcos de guerra, o quizá no.


Informamos por radio al Alto Mando de los éxitos obtenidos. Breve instantes después, llega la confirmación que todos esperaban:

"A TODOS LOS UBOATS EN ALTA MAR: COMIENCEN HOSTILIDADES CONTRA BARCOS INGLESES INMEDIATAMENTE"

La SGM había llegado para los submarinos.


 




 

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