Todavía recuerdo la primera vez que jugué Red Storm Rising (RSR) en mi Commodore64. Hacía poco, había leído la novela de Tom Clancy con absoluta fascinación, y entonces era posible vivirla en un video juego.
Los simuladores de combate de Microprose, más allá del nivel de detalles (que por cierto eran muchos para las computadoras de aquellos años), tenían una magia muy particular que en lo personal, me resultaba muy atrapante. Además de la simulación, generaban una atmósfera de trasfondo, logrando ambientar al jugador como partícipe de una guerra y del esfuerzo por ganarla. En el caso particular de RSR, tras cada encuentro con el enemigo, aparecían titulares de diarios que reflejaban en cierto modo, las consecuencias de lo sucedido: "Rusia reconoce la desaparición de dos submarinos nucleares en el Mar Del Norte", "Rusia frena su avanza por falta de suministros", "Noruega es ocupada por las fuerzas del Pacto", etc.
Cold Water está francamente inspirado en RSR. Si tuviste la oportunidad de jugar a aquel título, sabrás de lo que hablo, sino te cuento:
Comandamos un submarino, en una supuesta guerra convencional entre la OTAN y la Unión Soviética, durante los años de la Guerra Fría. Tenemos opciones para jugar misiones tutoriales, que servirán para aprender las mecánicas del juego; misiones individuales que desafían nuestras habilidades; y dos campañas dinámicas de diferentes épocas: una en el año 1968, y otra en 1984. El dinamismo no sólo involucra realizar misiones al azar, sino que al igual que en RSR, nuestro desempeño obrará consecuencias en el conflicto.
El simulador no se trata sobre modelar las diferentes pantallas de los sistemas, ni de poder caminar por el interior del submarino, como es el caso de Dangerous Waters o Silent Hunter 3, 4 y 5. Más bien lo que intenta, es representar todos los datos en una pantalla táctica que además, provee imágenes 3D desde el exterior para visualizar los combates y las embarcaciones involucradas. Nuestro navío se comanda con las clásicas teclas W, A, S, D para mover los planos y el timón con incrementos de 5 grados con cada pulsación. La Q y la Z, sirven para establecer las diferentes velocidades, mientras que con la E y la C, controlamos los tanques de lastre.

Las armas varían según el año en el que se juega, pero resumiendo, contaremos con torpedos no guiados, torpedos cableados, misiles anti buques, misiles mar-tierra, señuelos y perturbadores. Todos son de manejo sencillo, pero limitados por sus características reales. Los torpedos rusos, son una aunténtica pesadilla a la hora de sacárselos de encima. Ni hablar de las boyas y los sonares colgantes de los helos, que pueden revelar tu posición casi al instante.


Cada tanto, aparecerán titulares de diarios, poniéndonos al corriente del avance de la guerra. Si nuestra misión ha sido un hecho relevante, probablemente veamos las consecuencias de nuestros actos reflejados en los matutinos: "RUSIA RECONCE LA PÉRDIDA DE UNO DE SUS PORTAVIONES". En el mapa de campaña, también se verán siluetas de tanques azules y rojos para representar el avance de cada bando en el campo de batalla. Si logramos interceptar un convoy de suministros y le provocamos suficiente daños, estaremos colaborando a que los rusos se vean impedidos de lanzar una ofensiva, o no puedan oponer resistencia durante una defensa de territorio.
Los gráficos son asombrosos. Las imágenes 3D parecen escenas de una película. Las explosiones, el mar, las embarcaciones y las aeronaves, son una delicia. Quizá falte un poco de amor para los principales protagonistas: "Los Submarinos", pero habrá que ver lo que piensa hacer Killerfish con las próxima actualizaciones. También hacen falta corregir un par de "bugs", y seguramente otros errores internos y algunas mejoras de diseño, pero la calidad del juego está a salvo desde su lanzamiento, cosa que es poco común en estos días. El precio es un poco oneroso, por lo que sólo se los recomiendo a los amantes del género, y a los fans de la guerra naval (más específicamente orientada a la submarina).Y si bien carece de la iniciativa propia de un título de estreno, es una hermosa rememoración y mejora del Red Storm Rising de Microprose.